Reconfigurando la Justicia Climática desde el Sur Global: Una Reflexión sobre el Trabajo Youth-to-Youth y el Consejo Asesor Juvenil (YAC) - The Human Impacts Institute
- Juliana Jiménez Velandia
- 24 dic 2024
- 4 Min. de lectura
En el centro de la crisis climática mundial, no solo se juega el futuro medioambiental del planeta, sino también la justicia social y la redistribución de poder. Los efectos del cambio climático son profundamente desiguales y, a menudo, exacerban las vulnerabilidades estructurales que ya enfrentan las comunidades marginalizadas. En este contexto, el trabajo youth-to-youth ha emergido como una de las fuerzas más disruptivas, no solo empoderando a los jóvenes, sino también reconfigurando la manera en que se entienden las soluciones climáticas. Este enfoque no solo apuesta por la transferencia de conocimientos, sino por un diálogo transformador en el que los jóvenes se convierten en agentes activos de cambio, cuestionando y reescribiendo las reglas del sistema global.
El Youth Advisory Council (YAC) se erige como el núcleo de esta corriente. No se limita a ser un espacio simbólico o representativo para jóvenes líderes, sino que es una plataforma desde la cual se redefine el paradigma mismo de la justicia climática. A través de una estructura horizontal y un enfoque interseccional, el YAC aborda el cambio climático como un fenómeno intrínsecamente ligado a las luchas por la igualdad de género, los derechos de las comunidades históricamente excluidas, y la reconfiguración de las estructuras de poder globales. En este sentido, el consejo se convierte en un microcosmos de las interacciones globales, donde las voces diversas del Sur Global se alinean en una lucha común por un futuro sostenible y justo.
El trabajo del YAC desafía las narrativas lineales del cambio climático, aquellas que han relegado las voces de los pueblos más afectados a los márgenes del debate global. A través de podcasts y otras plataformas, los miembros del YAC están amplificando las historias no contadas de las comunidades del Sur Global, cuyos relatos de resistencia, adaptación y autonomía se convierten en un punto de inflexión crucial en el marco de la acción climática global. Estos jóvenes no solo están promoviendo acciones locales como soluciones globales, sino que están cuestionando las verdades universales que se imponen desde el Norte Global y proponen un enfoque de localización que sea verdaderamente contextualizado y orientado a las realidades de las comunidades.
En este sentido, la labor interseccional llevada a cabo por el Human Impacts Institute (HII) es un punto clave en la integración de enfoques de justicia social y ambiental. HII ha sido pionero al reconocer que el cambio climático no afecta a todas las personas de manera uniforme. Al contrario, las soluciones deben adaptarse a las realidades locales, reconociendo que las comunidades indígenas, las mujeres, los afrodescendientes y otros colectivos vulnerables han sido históricamente los menos responsables del cambio climático, pero los más afectados por él. El trabajo del HII no se limita a la creación de políticas generales, sino que teje un entramado de conocimientos y prácticas que permiten a los pueblos afectados no solo resistir, sino transformar su relación con el medio ambiente.
Este enfoque plural y contextualizado es fundamental para entender cómo los jóvenes del Sur Global están construyendo un nuevo marco de justicia climática, mucho más allá de los espacios tradicionales de poder. En lugar de seguir esperando soluciones de arriba hacia abajo, estos jóvenes están tomando las riendas de la acción climática, generando un espacio en el que las acciones locales cobran un peso global, y las soluciones radicales se presentan como una alternativa a las políticas que han fracasado hasta ahora.
Así, el trabajo youth-to-youth del YAC no es solo un movimiento de activismo juvenil, sino un proceso de transformación estructural que cuestiona las bases mismas de la gobernanza climática. En lugar de ser observadores pasivos del futuro, los jóvenes del YAC están actuando como agentes activos que están desafiando la distribución desigual de poder y recursos. A través de este enfoque, los miembros del YAC están demostrando que la verdadera acción climática no reside en los discursos de los grandes actores, sino en las voces que surgen de los movimientos de base, en los conocimientos tradicionales de las comunidades y en las acciones cotidianas que, aunque a menudo invisibilizadas, son las que realmente marcan la diferencia.
Este cambio de paradigma tiene un claro reflejo en el trabajo que realiza Juliana Jiménez Velandia, fundadora de Convergencia Hub, quien forma parte activa de esta transformación como miembro del Youth Advisory Council (YAC). Su participación no solo contribuye a las discusiones globales sobre justicia climática, sino que aporta una perspectiva desde el Sur Global, destacando la importancia de reconocer las voces y los conocimientos locales como elementos esenciales para la creación de soluciones efectivas y justas.



En el contexto de este trabajo transformador, el Human Impacts Institute (HII) ha jugado un papel esencial al adoptar un enfoque interseccional para abordar los efectos del cambio climático, reconociendo que sus impactos no afectan a todos por igual. Este enfoque, que se aleja de las soluciones universales y abre espacio a diversas perspectivas, es clave para desarrollar políticas inclusivas que reflejen las realidades de las comunidades más vulnerables. Para conocer más sobre el valioso trabajo de HII, puedes seguir sus publicaciones aquí.
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